El explorador y el leon

Había una vez un señor que enseñaba clases de ciencias en la muy reconocida escuela Ecole des Sciences, en Francia. Esta escuela se especializaba en ciencias. El señor se llamaba Jacques Reglan. El estudiaba y enseñaba sobre las ciencias místicas del pasado. Todos los que iban y trabajaban en la escuela pensaban que estaba un poco chiflado. Más que nada porque siempre estaba presumiendo de que era un explorador científico y de que había ganado muchos premios. Muchos también pensaban que una broma bastaría para que aprendiese, pero nadie se atrevía.

Un día uno de los chicos que llegaron a la escuela no lo dudo ni un momento en hacer una broma, pues sabía que Jacques estaba chiflado. Ese chico junto a otros, mientras los demás estudiantes estaban en clase, fueron al baño. Allí, se metieron atrás y sacaron un teléfono para llamar al profesor Jacques. Por teléfono le dijeron medio en francés, medio en español: “Tenemos aquí en la calle Andrade un animal místico, ¡Buena suerte!” El profesor se alegró mucho al saber que se había encontrado un animal místico y rápidamente se despidió de todos y se fue.

Nadie supo nada más de él, hasta que un día en el periódico Le Figaro salió una foto del profesor Jacques Laglan aguantando un león con pintas raras y debajo de la foto ponía: “Jacques Laglan el famoso domador de leones del circo Ringling”.

Por: Sofía Caraballo